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dijous, 22 de març del 2012

INTERVENCIÓN


        Antes de hablar de los modelos de intervención que proponemos, debemos saber que estas intervenciones han de dar respuesta a las conductas problemáticas que presenta una persona con discapacidad, a su vez, deberán ir dirigidos a la persona y acorde a unos valores consensuados y compartidos por todos. También, es importante garantizar una actuación multidisciplinar en la que todos los profesionales y familiares implicados en el niño actúen desde un consenso y con un único objetivo: el bienestar y desarrollo óptimo del niño.







Los principios de una intervención efectiva son:

-         Intervenir sobre el entorno, no sobre el individuo.
-         Definir claramente la conducta problema.
-         Consenso a la hora de abordar la conducta problemática.
-         Trabajo en equipo (profesionales, familias, entorno social…).








Actuar sobre los síntomas




¿Qué debemos hacer para intervenir en la conducta?

·        Averiguar la causa que mantiene la conducta problemática.
·        Alterar lo que está causando la conducta
·        Cambiar la respuesta del adulto ante el problema de conducta
·        Sustituir la conducta problemática por otra conducta más aceptable

Propósitos habituales de las conductas problema







MODELO DE INTERVENCIÓN Y APOYO CENTRADO EN LA PERSONA

El modelo que se propone (La Vigna, 1987) no sólo tiene por efecto reducir las conductas problema, sino que también es empleado, con igual o mayor énfasis, para ayudar a las personas a tener la mejor calidad de vida posible.

Este plan de intervención incluye tres componentes estratégicos fundamentales:



INSTRUCCIÓN
Habilidades generales
Consiste en enseñar a la persona habilidades funcionales, apropiadas a la edad en los dominios del hogar, comunitario, recreativo y laboral.
Habilidades funcionalmente equivalentes
Enseñanza de una habilidad específica que pueda sustituir a la conducta problemática por cumplir su misma función. Trata de identificar la función comunicativa de la conducta problemática, y de sustituir esta conducta por otra función equivalente pero socialmente más aceptable.

Ejemplos: enseñar a la persona cómo usar un signo, libro de fotografías u otro sistema de comunicación, etc.

Habilidades funcionalmente relacionadas
Nuevas habilidades que están relacionadas con las funciones cumplidas por la conducta desafiante.

Ejemplos: cómo hacer elecciones, cómo usar un programa para predecir lo que va a suceder, cuándo y dónde emplear determinadas conductas, etc.
Habilidades de afrontar y tolerancia
Enseñanza de habilidades para afrontar o tolerar la frustración, las críticas, la espera, el retraso en la gratificación, el fracaso, la incomodidad, el tener frío o calor, el tener que hacer cosas no deseadas.





APOYO PROTÉSICO
Definición
Consiste en toda una serie de estrategias capaces de disminuir las conductas problemáticas.
Tipos
·   Control de antecedentes. Si puedes identificar aquellos antecedentes asociados con una conducta problema y los evitas, podrías eliminar el problema desde su ocurrencia.

·   Saciación de estímulos: se centra en la manipulación de los refuerzos que mantienen la conducta.
Consiste en la disponibilidad continua y no contingente del reforzador que se ha identificado ser el que mantiene la conducta indeseable, debilitando así su efectividad, y reduciendo así la tasa de la conducta definida.

·  Otras técnicas conductuales:
     Refuerzo Diferencial de Otras Conductas (RDO): Consiste en el reforzamiento después de un período de tiempo específico sin que se presente la conducta no deseada. Es útil para conductas problemáticas de baja frecuencia.
     Reforzamiento de Bajas Tasas de Respuesta (RBD): Consiste en el reforzamiento de la respuesta indeseable, si ha pasado más de un periodo específico de tiempo desde la última respuesta, o si han ocurrido menos de un número específico de respuestas durante el intervalo de tiempo precedente.
        Refuerzo Diferencial de Conductas Alternativas (RCA): Es el refuerzo de las conductas específicas que son diferentes a la respuesta no deseada, en intensidad, duración o topografía.







Estrategias Reactivas
Definición
Procedimiento que se emplea para establecer un control rápido y seguro de un episodio en el que la conducta de una persona está poniendo a alguien en riesgo, o por otras razones, que requiere una resolución rápida.
Objetivo
Controlar, tan rápidamente como sea posible, situaciones peligrosas e intensificadas y, posiblemente, situaciones demasiado disruptivas.
Tipos
Ignorar
Ignorar el comportamiento puede ser lo más inteligente a hacer en ciertos casos. Por ejemplo, las estereotipias de movimientos de manos delante de los ojos en un niño autista.
Redirigir a la persona
Cuando el comportamiento es peligroso para el propio individuo o las personas que le rodean, o si bien el comportamiento no le permite el acceso a otras partes del programa. Quizás, decidiremos no ignorarlo.
Una posibilidad consistiría en redirigir a la persona hacia alguna actividad que tenga a mano, a veces es suficiente en los primeros momentos.

Retroalimentación
Aportarle retroalimentación positiva a la persona:
"Juan, recuerda cuál es el comportamiento que tienes que controlar".
Entrenamiento
Consiste en aprovechar la situación para practicar las conductas alternativas adaptadas que le estamos enseñando mediante la programación positiva (autocontrol, comunicación).
Escucha Activa
Se basa en la necesidad que toda la persona tiene de ser escuchada.
Cambio de Estímulos
Esta estrategia nos facilitaría la oportunidad de poder pasar a utilizar otra estrategia, como la escucha activa u otras de las anteriormente mencionadas para conseguir el control de la situación. Requiere una falta de inhibición o de vergüenza. Es una estrategia muy eficaz para conseguir el control inmediato de la situación.
Interposición
Consiste en utilizar el entorno inmediato para minimizar o eliminar las consecuencias de la conducta agresiva y destructiva poniendo algo entre la persona y uno mismo. Uno de sus objetivos es reducir o eliminar la necesidad de establecer un contacto físico con la persona
Protección Física/Restricción Física de Emergencia
Consiste en que el miembro del personal, se sirve de su propia fuerza física para inmovilizar momentáneamente a la persona que presenta el comportamiento. No incluye la utilización de cinturones, cintas..., etc.





En conclusión, el uso de estas técnicas se efectúa de un modo coordinado con el resto de estrategias conductuales. En muchos casos, el uso exclusivo de un solo tipo de técnicas no suele ser eficaz para lograr los objetivos deseados y se hace preciso tanto el uso combinado con estas otras técnicas como la coordinación de los diferentes técnicos responsables de ellas.


TÉCNICAS CONDUCTUALES EN EL AULA

1.      INTRODUCCIÓN

Las técnicas que se describen a continuación están basadas en los principios de la Modificación de la Conducta. Este campo de la psicología ha aportado a partir del estudio sistemático del Aprendizaje animal, numerosas técnicas eficaces para instaurar, corregir o modificar conductas en niños y jóvenes. Se han aplicado con éxito en diferentes campos, situaciones y personas, tanto en población normal como en población con trastornos severos. Hoy en día, siguen siendo aplicadas en niños con Trastornos Generalizados del Desarrollo, Autismo, etc, como forma de aliviar muchos de los síntomas. También se aplican en centros escolares de forma individual o en grupo.

No se trata de eliminar la introspección o el análisis de otros factores de riesgo existentes (entorno social, familiar, enfermedades orgánicas, factores emocionales...) sino de aportar soluciones inmediatas y eficaces para el control o modificación de la conducta.

Es evidente que delante un colectivo numeroso de niños, el maestro necesita pautas de actuación concreta delante de episodios de desobediencia, agresividad, etc. En esos momentos no hay tiempo para un análisis pormenorizado de las circunstancias de cada niño y se imponen medidas concretas. Es aquí donde las técnicas conductuales cobran mayor importancia.

Las técnicas que se exponen a continuación, aunque se describen de forma separada, pueden utilizarse individualmente o en combinación, según el caso, para aumentar los resultados.  Recordemos que, ante conductas más severas, persistentes y/o con presencia de agresividad, éstas técnicas no deben ser aplicadas sin la evaluación previa de un profesional de la salud infantil.

1.       Técnicas conductuales

  • Retirada de la Atención

Se trata de una de las técnicas más eficaces para aquellas conductas que se manifiestan con rabietas, pataletas, lloros, pero sin manifestaciones agresivas.
Se trata de que, ante las manifestaciones de gritos, rabietas u otros, dejemos automáticamente de prestar atención al niño. Este modo de actuar se justifica bajo la hipótesis de que el niño efectúa tales manifestaciones para reivindicar ciertas demandas o llamar la atención del adulto. El niño puede estar acostumbrado a conseguir lo que desea mediante este comportamiento (refuerzo positivo). Así, puede haber aprendido que si efectúa cualquier petición acompañada de lloros o pataletas, la atención de los padres es mucho mayor y es atendido antes en sus peticiones. Esto llega a convertirse en un hábito, en un circulo vicioso que crea malestar en la familia.

OBJETIVO: Enseñar al niño que efectuando las peticiones de forma inadecuada (rabietas, lloros, etc.) no va a conseguir nada.
MÉTODO: Si retiramos la atención que prestamos al niño (refuerzo positivo) inmediatamente después de la aparición de las respuestas inadecuadas, éstas tenderán a desaparecer.
FORMA: Hay que hacerlo cuando aparezcan las conductas inapropiadas actuar de la siguiente manera:
-      Retirar la atención inmediatamente.
-      Está totalmente contraindicado verbalizar cualquier manifestación de reproche, sermonearlo o advertirle de que no le vamos hacer caso por mucho que insista.
-   Una vez que la conducta empiece a bajar de tono puede progresivamente prestarle atención de nuevo.
-     Se trata de una técnica que produce efectos de mejoría de forma progresiva.

RECUERDE QUÉ:

1- Estamos utilizando técnicas para conseguir que el niño desaprenda hábitos mal adquiridos y este proceso llevará un tiempo. Paralelamente debemos trabajar y potenciar las conductas alternativas que nos interesa que el niño utilice. Insistimos en que los padres intenten mantener la calma ya que el niño va interiorizando estos estados emocionales.
2- Debemos ser constantes en la aplicación de la técnica y coherentes en su aplicación.
3- Al inicio de aplicación, estas técnicas suelen producir un aumento en la frecuencia e intensidad de las conductas que precisamente intentamos eliminar.

¿POR QUÉ DEBEMOS ACTUAR?
 Es muy arriesgado pasar por alto ciertos comportamientos con la esperanza de que el tiempo lo mejorará. Una intervención en la etapa infantil, no hecha a tiempo, puede suponer la consolidación, perpetuación y agravamiento del problema en la adolescencia. Las normas, valores y referentes deben construirse desde la temprana infancia. Es una irresponsabilidad dejarlo en manos del futuro para evitarnos los costes del presente.

  •     La técnica del Tiempo Fuera

Va dirigidas a aquellos episodios de lloros, rabietas o travesuras más subidas de tono (por ejemplo, cuando se produce el descontrol), en el que el niño se le retira físicamente del espacio actual para trasladarlo a su habitación u otro lugar, por un breve espacio de tiempo.

Orientaciones para proceder adecuadamente:
1-      El sitio al que lo retiremos temporalmente debe ser un sitio en el que no tenga al alcance juegos u otras compañías para entretenerse.
2-    Debemos trasladarlo inmediatamente después de aparecer la conducta o en el momento que ha llegado a un punto insostenible.
3-      No discutir con él, no entre en recriminaciones ni calificativos despectivos como: "Eres muy malo y te voy a castigar".
4-   No permitir que salga antes de tiempo del lugar de aislamiento. Si lo hace adviértale de consecuencias más negativas.
5-      El tiempo de aislamiento normalmente se calcula en base a un minuto por año del niño con un máximo de 20 minutos. No se aconsejan tiempos más largos ya que pueden producir la conducta contraria a la que queremos eliminar.
6-      Si cuando lo vamos a buscar nos vuelve a regalar con conductas inadecuadas, hay que advertirle que si quiere salir deberá estar al menos 15 segundos sin efectuarlas.
7-      En el caso de que haya provocado desperfectos en el interior del habitáculo (ha desordenado o roto alguna cosa) deberá reponerlo o corregirlo con alguna acción antes de salir.
8-    Debemos tener cuidado que esta retirada física no comporte algún tipo de beneficio indirecto al niño.
Ésta técnica suele ser muy efectiva si se utiliza adecuadamente y con decisión. La efectividad de la técnica, independientemente de que le estamos retirando la atención, es que estamos despertando, contingentemente con la aparición de las conductas no deseadas, uno de los "fantasmas infantiles" más presentes en la etapa infantil: la ansiedad de separación.
Como en todas las técnicas basadas en la retirada de atención, recuerde que deben introducirse momentos de atención hacia el niño contingentemente a la aparición de conductas deseadas. El refuerzo verbal y físico (halagos, abrazos, manifestación de alegría, entrega de algún premio, etc.).

  •     Economía de fichas. Coste de la respuesta




Ámbito de aplicación:
Su principal objetivo es motivar al niño en la ejecución de determinados aprendizajes y también fomentar la aparición de conductas positivas, controlando o eliminando las disruptivas.
Edad:
Cambiando los reforzadores y adecuándolos a la edad evolutiva correspondiente, podemos utilizarlo en prácticamente todos los niveles de edad. Muy útil en Educación Especial y también en la escuela ordinaria para conseguir objetivos específicos.
Puntos fuertes:
Técnica simple, de fácil comprensión por los niños y altamente motivante (si se construye y utiliza adecuadamente).
Limitaciones:
Hay que saber escoger los reforzadores en función del niño o del grupo. Los niños que no alcancen el premio pueden frustrarse o desistir del método. Hay que asegurar, al menos al principio, unos primeros éxitos.




Suele funcionar muy bien para regular los refuerzos que recibe el niño. Para obtener un premio (juguete, salida a parque temático, excursión, etc...) deberá efectuar una serie de conductas deseadas (o dejar de hacer otras) que deben concretarse (portarse bien, obedecer, estudiar, ordenar sus cosas, etc...).

Tras efectuar esta conducta se le dará inmediatamente un reforzador (puntos, fichas...) que el niño ira recogiendo hasta llegar a una determinada cantidad, momento en el que se le entregará el premio final. También se pueden pactar pequeños premios inmediatos para ciertas conductas deseadas al tiempo que se acumulan puntos para el premio mayor (refuerzo demorado). Lo importante es conseguir que el niño se dé cuenta que obtiene mayores beneficios y privilegios actuando de forma correcta.





 ¿Cómo puede ayudarnos la técnica?

La Economía de Fichas en clase supone establecer un sistema reglado, con unas normas y consecuencias positivas para motivar a los niños en la ejecución de conductas deseadas. Se denomina "de fichas" ya que para conseguir el premio final los niños deberán recoger un determinado número de fichas o puntos.

Hemos comentado que su utilización prioritariamente es colectiva, por tanto, podemos aplicarla a todo el grupo de una clase o aula. Su objetivo será conseguir las metas que nos planteemos al inicio.

Cada clase, cada grupo es un mundo y dependerá de sus propias circunstancias y peculiaridades el marcar unos u otros objetivos. En general podemos señalar dos grandes ámbitos en los que la Economía de Fichas pueden ayudarnos:

A) Elevar la motivación del grupo hacia determinados aprendizajes.
B) Aumentar las conductas positivas y tratar de controlar y/o eliminar las disruptivas.

PASOS A SEGUIR:

a) Conocer al grupo.

b) Definir el ámbito de actuación.

c) Concretar la metodología.
     Los niños que no hayan alcanzado su premio en una semana determinada pueden ir acumulando puntos para canjearlos el siguiente viernes si han conseguido sumar. Lo que nos interesa es que los niños no pierdan la motivación.

     Recordar que en niños de Educación Especial necesitaremos tiempos de entrega más cortos si no inmediatos.

1) Especificar la conducta que va a premiarse y el premio.
2) Explicar cómo se obtienen o pierden puntos.
3) Crear un registro donde los niños vean el estado de sus puntos.
4) Dar los premios o reforzadores en los plazos acordados a quienes consiguen las metas marcadas.

Aplicación y seguimiento

     Por todo ello, la Economía de Fichas ,debe plantearse como un sistema abierto y susceptible de introducir variaciones o modificaciones sobre la marcha si se consideran necesarias.

       Finalmente estas técnicas no pretenden enseñar al grupo a funcionar siempre a base de premios sino de darle, en un momento dado, motivos para iniciar un cambio en sus conductas o motivaciones. Lo que se espera en el futuro es que las conductas adecuadas se mantengan no por los premios sino por lo que llamamos "reforzadores naturales”.

EJEMPLO:

  •     La intención paradójica


Ámbito de aplicación:
Estas técnicas se suelen utilizar puntualmente en casos concretos y especialmente cuando otros recursos más habituales no han funcionado. Puede utilizarse para contrarrestar conductas disruptivas de desobediencia, negativismo o de tipo desafiante-oposicionista. Principalmente cuando estas conductas suponen además intentos para acaparar la atención de los demás sean compañeros o maestros.
Edad:
Puede utilizarse a cualquier edad con los ajustes pertinentes. En alumnos de escuela ordinaria y de educación especial que tengan el nivel cognitivo suficiente.
Puntos fuertes:
Supone un recurso alternativo cuando otras estrategias más convencionales no han acabado de funcionar. Introducen elementos nuevos no esperados en las consecuencias de las conductas disruptivas y provocan en los niños o jóvenes un cortocircuito en el círculo habitual acción-reacción.
Limitaciones:
No hay patrones fijos a seguir. Depende de la creatividad de la persona que lo utiliza y la elección del momento y la situación. Puede provocar, si no se utiliza adecuadamente, un efecto reforzador de la conducta que intentamos controlar. Una vez utilizada una estrategia determinada ésta deja de ser sorprendente y no tendrá un efecto tan contundente como cuando se utilizó por primera vez.



Se basa en el principio fundamental de que los pacientes intenten llevar a cabo la conducta que están evitando. De esta manera, el proceso circular, que se mantiene a sí mismo, se rompe, puesto que el intentar realizar la conducta no deseada es incompatible con la ansiedad anticipatoria y, por tanto, la neutraliza.

Esta  técnica tiene una gran capacidad terapéutica si se sabe utilizar con creatividad y en combinación con otras técnicas más usuales. Pero también tiene sus límites: el principal es que su mayor eficacia está condicionada a que junto con el problema que se quiere tratar se dé un cierto nivel de ansiedad en la persona o niño puesto que la técnica incide directamente sobre las propias cogniciones al invertir los roles. Otra limitación importante es que debe utilizarse con preferencia en aquellos casos en que las técnicas convencionales han resultado inútiles.

No está muy documentada su utilización en niños por lo que debemos ser muy prudentes al respecto.

En resumen, el poder de la técnica se basa en su capacidad de sorprender y cambiar las contingencias de las situaciones, en especial, aquellas que se han cronificado.





  •     Principio de Premack

Ámbito de aplicación:
Su uso más común es para incrementar (reforzar) aquellas conductas deseables de baja ocurrencia: incrementar el tiempo de trabajo en clase, potenciar el aprendizaje de una materia concreta o, también, reducir conductas disruptivas en clase cuando éstas no son de excesiva gravedad.
Edad:
Puede aplicarse en todas las edades cambiando las formas y los refuerzos. Tanto en Educación Ordinaria como en la Especial.
Puntos fuertes:
Es una técnica poco intrusiva en la que es el niño el que tiene el propio control de las consecuencias. Es decir, si efectua la conducta que le solicitamos tendrá contingentemente a su disposición la situación reforzante.
Limitaciones:
Para que funcione es necesario conocer cuales son las conductas más reforzantes para cada niño. Su aplicación en grupo puede ser complicada debido a que las áreas de interés de cada alumno pueden variar.



El principio parte de dos supuesto: el primero es que si a un sujeto se le da acceso libre a dos actividades dedicará un tiempo determinado a cada una de ellas y ese porcentaje de tiempo refleja la probabilidad de esa actividad y, en consecuencia, el grado de preferencia de esa actividad; el segundo supuesto hace referencia a la relación de reforzamiento, que implica siempre dos conductas: una actividad preferible refuerza la ejecución de una respuesta menos preferente si el acceso a la actividad preferida se hace contingente respecto a la ejecución de la actividad menos preferida.

Orientaciones generales:

-La técnica puede adaptarse a diferentes edades y tomar diferentes formas, preferentemente y, según nivel del niño, a partir de los 7 u 8 años. Es una técnica básicamente de aplicación individual ya que dependemos de las preferencias naturales del niño, pero puede también aplicarse colectivamente ya que hay actividades que son del gusto de la mayoría de jóvenes.

-Hay que ser creativos en su aplicación y encontrar la conducta de alta frecuencia que nos sirva como reforzador adecuado en cada caso.

-En algunos casos, apoyarse con registros o gráficos visuales (especialmente en el ámbito de la educación especial) en donde el niño pueda ver que tiene a su disposición la actividad reforzante.

- Es necesario asegurarnos que el niño consiga algunos pequeños logros al principio para que no se nos desmotive.

-A nivel de grupo señalar que, tras la planificación previa, podemos mejorar aspectos del funcionamiento del mismo dentro del aula.

-Con el tiempo, se espera que las nuevas conductas que han tenido que ser reforzadas al principio con actividades gratificantes, vayan progresivamente consolidándose y finalmente no necesiten ya del refuerzo inicial para seguir en el repertorio del niño.

       En definitiva, podemos aplicar el Principio de Premack para aumentar la motivación hacia el trabajo pero también para fomentar aspectos de la relación entre iguales, mejorar la cohesión del grupo o mejorar la conflictividad en o entre alumnos concretos.



  •      Métodos operantes


Ámbito de aplicación:
Comprenden un conjunto de técnicas que utilizadas individual o colectivamente pueden aplicarse en gran diversidad de situaciones y trastornos. Se ha utilizado ampliamente en educación, en trastornos graves de conducta (autismo, retraso, esquizofrenia, etc.) y también en el mundo de la salud y el deporte, entre otros.
Edad:
Abarcan todos los niveles de edad y cursos escolares. Especialmente útiles en el ámbito de la educación especial.
Puntos fuertes:
Técnicas muy concretas, centradas en el aquí y ahora. Basadas en el análisis funcional de la conducta y su modificación. Ideal para entornos educativos donde se necesiten respuestas inmediatas para controlar ciertas conductas.
Limitaciones:
Las técnicas actuan sobre la conducta manifiesta y no tienen en cuenta otros factores como los emocionales, genéticos o ambientales que pueden ser también origen de las conductas disruptivas.




Los procedimientos operantes se preocupan por aumentar, disminuir o mantener la conducta en situaciones particulares.

        Estos programas se componen de los siguientes pasos:

1º- Identificar la conducta objetivo que ha de aumentar o disminuir.
2º - Registrar la conducta tan objetivamente como sea posible, estableciendo una línea base con respecto a la cual evaluar los efectos del procedimiento.
3º- Introducir un programa creado para producir el aumento o la disminución deseados en la conducta.
4º- Modificar el programa si no ocurre el aumento o la disminución deseados en la conducta.
5º- Asegurar la generalidad del cambio de conducta; es decir, que el cambio ocurra en el lugar escogido, que se generalice a otras conductas deseables y que continúe o se mantenga después de la terminación del programa.

Podemos agrupar los diferentes procedimientos en dos grandes grupos:

a) Procedimientos para aumentar la conducta
b) Procedimientos para disminuir la conducta

 Procedimientos para aumentar la conducta

El uso de Reforzadores:

-          Reforzador positivo: estímulo que aumente la probabilidad de una conducta o respuesta a la que le sigue temporalmente.

Se trata, pues, de aumentar conductas positivas o deseadas (estudiar, obedecer al maestro, no hablar en clase...).

No está especificado el tiempo que tiene que tardar el reforzador en seguir a la respuesta con el fin de aumentar su probabilidad de ocurrencia; sin embargo, normalmente se supone que la efectividad de un reforzador decae rápidamente conforme aumenta el tiempo que transcurre entre la respuesta y el reforzador.

Hay otros tipos de reforzadores que también podemos utilizar en la escuela (dependiendo del perfil de los alumnos) como son el negociar un aumento extra de la nota.

-          Existe también el denominado reforzador negativo: cualquier estímulo cuya eliminación después de una respuesta aumenta la probabilidad de esa respuesta. Normalmente se trata de un estímulo aversivo o no deseado que no se presenta si se produce la respuesta adecuada. Por ejemplo, si un niño ha provocado una pelea puede escapar de un castigo más severo si muestra arrepentimiento y pide perdón.

En general, siempre es más aconsejable la utilización del reforzador positivo que el negativo ya que este último implica la inclusión de elementos aversivos, sin embargo, muchas veces es necesaria su utilización para el control de conductas disruptivas en el aula.

Procedimientos para disminuir la conducta

A) La Extinción
         Es el método operante más utilizado para disminuir la conducta.

El procedimiento pasa, en primer lugar, por averiguar qué es lo que está reforzando a la conducta objetivo y luego eliminar ese reforzador.

En ocasiones, la conducta no deseable puede ser muy persistente aunque el reforzador que la mantiene puede ocurrir de forma tan infrecuente que es difícil de descubrirlo.

Las técnicas basadas en la extinción además de disminuir la conducta suele tener varios efectos importantes que debemos conocer:

1-La conducta que está sometida a extinción puede aumentar en intensidad, frecuencia y duración (las rabietas pueden hacerse más violentas, frecuentes y duraderas) al inicio.

2-La extinción puede provocar conducta emocional (llorar, conducta destructiva, etc.)

3-La conducta objetivo, una vez extinguida y que ya no es reforzada puede, ocasionalmente, volver a ocurrir.

B) El Castigo.

Es uno de los métodos tradicionales que antes asoman en la mente de personas que tienen ante sí la necesidad de reducir o eliminar conductas en niños. Se trata de un método controvertido que tiene defensores y detractores. A pesar de ello, parece haber algunas situaciones en las que tiene que recurrirse al castigo, ya que otros procedimientos no funcionarán con la suficiente rapidez.

Hay dos clases de castigo:

1º)  La presentación de un estímulo aversivo contingente a la mala conducta: Justo después de producirse la conducta disruptiva se introduce el estímulo aversivo. Éste puede tomar diferentes formas y adaptarse a diferentes colectivos. Por ejemplo, en niños autistas que presentaban graves episodios auto-lesivos se ha llegado a utilizar una pequeña descarga eléctrica inocua pero dolorosa como estímulo aversivo contingente a la conducta auto-lesiva para erradicarla.

Cada niño tiene sus debilidades al respecto y el castigo será más efectivo cuanto más doloroso sea para el niño las perdidas que le produzca.

2º)  La retirada de un reforzador positivo contingente a la mala conducta: consiste en que el niño pierde un reforzador positivo tras la emisión de la conducta disruptiva. Existen dos formas generales para la supresión del reforzador positivo:

1º- Tiempo Fuera.
2º- Coste de la Respuesta.




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